A una mujer.
Quien te convenció que no eras lo suficientemente buena? 
Que terrible equivocación la suya,
al ignorar tu brillo,
a encender su espíritu a costa tuya,
al decirte que no estabas perfecta con ese pelo despeinado y con la piel desnuda y despampanante,
que equivocados los que no bebieron tu vino,
cuando este se añejaba con los años,
creiste que eran ciertas sus mentiras y tuviste que caer para darte cuenta,
tapaste tus cicatrices,
que te hacen tan tú,
tan pura,
tan auténtica,
tan simplemente mujer,
te lo diré cuantas veces sea necesario;
para que entiendas, mujer,
que eres oro.
Que terrible equivocación la suya,
al ignorar tu brillo,
a encender su espíritu a costa tuya,
al decirte que no estabas perfecta con ese pelo despeinado y con la piel desnuda y despampanante,
que equivocados los que no bebieron tu vino,
cuando este se añejaba con los años,
creiste que eran ciertas sus mentiras y tuviste que caer para darte cuenta,
tapaste tus cicatrices,
que te hacen tan tú,
tan pura,
tan auténtica,
tan simplemente mujer,
te lo diré cuantas veces sea necesario;
para que entiendas, mujer,
que eres oro.
- a una mujer cualquiera.

Comentarios
Publicar un comentario